12 marzo 2012

Dios es nuestro alfarero



"Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel." Jeremías 18:3 al 6

Dios es la persona del alfarero:

Nuestras vidas no están en las manos de alguna “fuerza” invisible o “destino” ciego; están en las manos de una Persona: el Dios todopoderoso. Dios no es simplemente nuestro Creador; es nuestro Padre y tiene un interés personal en nuestras vidas. El es el Alfarero.

El alfarero tiene un plan perfecto para el barro; el ve en su mente el producto terminado. Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas.

Efesios 2:10 nos dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

El alfarero trabaja con paciencia con el barro, moldeando tiernamente su forma. Dios dirige con paciencia nuestras vidas, tratando de cumplir su voluntad. A menudos usa las manos de otros para ayudar a formarnos: padres, maestros, otros creyentes, incluso los que nos persiguen. Demora hacer un producto que valga la pena y Dios está dispuesto a esperar.

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