24 febrero 2012

TODO PASA

Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos. Salmos 90:10.

¿Conoces la teoría de la pasta dental? Según esa teoría, cuando tú comienzas a usar un nuevo tubo pones porciones generosas en el cepillo de dientes, pero a partir de la mitad, comienzas inconscientemente a poner cantidades menores, porque sabes que te queda poca pasta en el tubo.

Igual sucede con la vida. Cuando somos jóvenes, tenemos la impresión le que la eternidad fuera nuestra. Cuando llegarnos a los años de la vejez, cada momento se torna valioso, porque sabemos que el tiempo está llegando su fin.

La Biblia relata que los primeros seres humanos vivían en promedio unos 960 años. Con la entrada del pecado, el tiempo de la vida se fue acortando. Hoy es raro que alguien pase de los 100 años. El salmista afirma que a los 80 años todo "es molestia y trabajo".

La realidad es contundente. Tú no tienes todo el tiempo del mundo para utilizar todo lo que quieres; por tanto, es necesario que te levantes temprano diariamente y, después de pasar un tiempo con Dios, trabajes incansablemente en la realización de tus planes.

El otro día, conversé con un hombre de 60 años, que me decía: "Viví, pero no logré nada. Miro para atrás y nada construí. A veces me pregunto si vale la pena haber vivido". Sí, la vida es breve y fugaz; pero eso, en vez de llevarte al pesimismo o a la autocompasión, debería conducirte a Aquel que permanece para siempre. Es precisamente porque los años "pronto pasan, y volamos" por lo que debemos construir nuestros sueños, planes y realizaciones en la única persona que no está limitada ni por el tiempo ni por el espacio: Dios.

Lo poco, si se ha vivido con Jesús, es mucho. Y lo mucho, vivido sin él, es vacío, desesperación y frustración. No importa cuál sea tu edad, si tú a partir de hoy comienzas a vivir en comunión con el Dios de la eternidad, él te ayudará a hacer en 5 años lo que tú solo no conseguirías construir en toda la vida.

Nunca es tarde para quien cree en Dios. Cada día es un nuevo día. La vida es un permanente comenzar. A despecho de los problemas y dificultades, encara hoy los desafíos, sabiendo que en esta vida todo pasa rápidamente, "y volamos”.

por Alejandro Bullón

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