Cuando un niñito pequeño
de 1 o 2 añitos tratando de jugar, sin querer hace caer un florero de cristal
muy fino, la actitud del niñito al romper este fino florero lo primero que hace
es mirar al papá o a la mamá para ver si lo vio y si cree o percibe que no lo
vieron lo que hace es tratar de juntar los vidrios para volver a reconstruir el
florero con sus manitos, pero se corta su dedito, comienza a sangrar, entonces
se comienza a desesperar y no sabe que hacer corriendo de aquí para allá; vemos
allí muchas de nuestras historias, nuestras vidas, pues cuantas veces tu y yo
hemos roto ese florero hermoso de cristal que Dios nos dio, no interesa ¿Por
qué?, pero los dejas caer al suelo, tus virtudes, tus valores, tu dignidad, tu
respeto propio, se hacen pedazos en el suelo y la primera cosa que haces es
mirar para todo lado, para ver si alguien te vió, alguien te descubrió y cuando
ves que nadie te vió, sólo tratas de reconstruir tus vidas con tus propias
manos, hasta cortarte las manos hasta hacerte sangrar, hasta hacerte perder las
ganas de vivir, los sueños, los ideales, a veces el mejor remedio es entrar a
las drogas, entrar al alcoholismo, hacer de cuenta que Dios no existe, correr,
correr, correr... sin parar, tienes miedo de venir a la iglesia porque sabes
que el espíritu de Dios te puede tocar y la mejor manera de rechazar es
agredir, te burlas del amigo, del familiar, del esposo, de la esposa, de los
hijos, de los padres, no quieres saber nada y todos piensan que eres valiente,
que eres fuerte, que eres duro, pero es mentira, tu sabes en el fondo de tu
corazón eres un pobre niño con las manos cortadas tratando de reconstruir tu
vida sin saber para donde ir sin saber para donde correr. Cuantas veces en la
vida hay que correr a los brazos de nuestro padre celestial, con las manos
sangrando, tratando de arreglar nuestra vida solos, queridos hermanos
justificación por la Fé
no se aprende estudiando se aprende en esta vida dura con nuestros errores, con
nuestras caídas; en esos momentos en que tu literalmente no sabes para donde
ir, ¿a donde vas? ¿Quién puede darte una página en blanco para empezar una
nueva historia? ¿Quién puede recrearte cuando lo tienes destruido todo? ¿Quién
puede reconstruir ese florero de cristal? Por eso no se encuentra palabras para
agradecerle a Dios porque el único que viene para salvarnos, para juzgarnos es
nuestro Señor Jesús que se hizo hombre para entendernos aunque hay seres
humanos que dicen pero si el es Dios como me va a entender, pero que nadie
tenga el argumento que diga que Jesús no puede entendernos, el se hizo hombre,
se anonadó así mismo y vino a este mundo en forma de hombre y vivió entre los
pecadores y supo lo que los pecadores sienten cuando pecan, destrozados,
destruidos por el pecado, los amó los recibió, los llevó a su casa, porque fue
tentado en todo dijo San Pablo, pero sin pecado, entonces puede entenderme
puede entenderte. Que es lo que estás sintiendo, te sientes herido,
traicionado, rechazado, sin esperanza que Jesús no pueda entenderte, pero Jesús
si puede entenderte y está con las brazos abiertos para recibirte, abrazarte y
hacerte descansar en sus brazos. Esta la historia de José que tenía solo dos
caminos uno matarse o el otro entregarle la vida a Cristo, a un Cristo que no
creía que combatió toda su vida porque era ateo pero a pesar de eso Jesús le
guiñó un ojo y le dijo: José puedes venir y el respondió: pero no creo en ti,
pero no importa igual puedes venir y cayó arrodillado a los pies de Jesús y le
dijo Señor perdóname por desperdiciar todo esto tiempo lejos de ti, haz de mi
una criatura nueva y respondió entonces sígueme, acéptame y bautízate. TU VIDA
SIN DIOS ES UNA VIDA LLENA DE SUFRIMIENTO DECÍDETE AHORA, ABRE TU CORAZÓN, SOLO
TU PUEDES HACERLO
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