CREERLE A DIOS

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”      Santiago 2:19

Leamos estos versículos:

• "Y gritaron, diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo?" Mateo 8:29 
• " y gritaron diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios." Marcos 1:24
• "y gritando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes." Marcos 5:7

De estos versículos podemos deducir que hay 2 tipos de creer, el Creer que NO SALVA y el creer que SALVA, los demonios creen en Dios, lo reconocen pero no se arrepienten, no cambian su vida, seguirán siendo demonios porque no se arrepintieron tal cual lo hizo su amo y Señor Satanás, osea no podrán ser salvos. Entonces no es lo mismo creer en Dios, que creerle a Dios, ¿Cual es la diferencia? La diferencia es que el primero es solo un asentimiento intelectual que te lleva a aceptar que existe y ya, que te puede llevar a ir a la Iglesia, cumplir hasta con lo que te manda Dios, osea, haces obras y cumples pensando que por eso, que al hacerlo serás salvo y el segundo, el CREER que salva es un creer que transforma tu vida, que modifica tus hábitos, que te hace renacer, es un creer que te hace romper con tu vida pasada, "las cosas viejas pasaron e aquí que todo es hecho de nuevo", osea te vuelves obediente a Dios sin cuestionar, te sometes a la voluntad de Cristo, todo lo que haces quieres que sea de agrado de Dios porque lo amas, entonces debido a tu Fé, debido a que lo amas, empiezas amar a tu prójimo y las obras te salen de manera natural sin esfuerzo. Recuerda que "tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo" y si el Espíritu Santo mora en tu corazón recién empezará a dar sus frutos "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,..." Gálatas 5:22

Estimado hermano creerle a Dios es convivir con Cristo, día a día, hablar, vender, trabajar, estudiar, con Cristo, conocerlo día a día escudriñando su palabra., aceptarlo como nuestro Señor todos los días de tu vida no solo porque sabes que existe o cuando vas al templo o cuando compartes con los hermanos, recuerda lo que nos dice Santiago 2:19 "...También los demonios creen, y tiemblan.” te invito a reflexionar después de haber leído, ¿quieres estar del lado de los que creen solamente pero no lo siguen o del lado de los que le creen y los siguen obedeciendolo por amor?.