Las personas a lo
largo de la historia han querido descifrar el misterio del dolor, o sea saber
¿De dónde viene el sufrimiento, el dolor? Para saberlo primero debemos saber
que significa sufrimiento en el diccionario; sufrimiento es agonía, aflicción,
dolor intenso o pena.
Muchas veces
hemos escuchado que el sufrimiento o el dolor que padecemos o que padece
alguien son por castigo divino, un castigo de dios debido algún pecado cometido
por ti o quizás por tus padres o abuelos. Estas frases tratan de hacer entender
que Dios es un ser dictador que está atento a todo lo que hacemos con la única
intención de castigarnos a la primera que nos portemos mal.
Para saber si es
así su pensar de Dios vayamos a su santa Palabra y veamos lo que nos afirma en
Jeremías 29:11:
“Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que
esperáis”
Ahora sabiendo ya
a luz de la palabra de Dios cuál es su pensar hacia nosotros sería ilógico
pensar que no envía el dolor, el sufrimiento.
El dolor es
ffruto del pecado, existente en el mundo desde la caída del ser hombre, del ser
humano y si es fruto del pecado, entonces nace en el corazón de del enemigo de
Dios sino recordemos lo que le hizo a Job (Job 2:1-9)
“Aconteció que
otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y
Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. “ Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; más guarda su vida.
Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.
Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. “
Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. “ Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; más guarda su vida.
Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.
Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. “
Bien ahora que ya
sabemos que el dolor o sufrimiento es fruto del pecado y nace en el corazón de
Satanás, ahora tenemos que saber cuál es el propósito de ese dolor. Lo que
quiere el enemigo de Dios es llevarnos a pensar que Dios es quien nos dá el sufrimiento
¿para qué? Para rebelarnos contra El, ¿haciendo qué? Teniendo deseos de
venganza, viviendo con rencor, rompiendo relaciones con nuestros amigos,
familiares.
¿Y POR QUÉ
DIOS PERMITE EL SUFRIMIENTO EN NUESTRAS VIDAS?
Es también
importante hacerse esta pregunta y también responderla, porque si el
sufrimiento nace en satanás y es lógico porque es un ser perverso enemigo de
Dios y enemigo nuestro, ahora es necesario saber porque permite Dios que esto
suceda, para esto daré 05 razones:
1. Con el sufrimiento Dios atrae nuestra atención. Cuando las cosas nos salen mal y las
cargas de este mundo nos agobian, recién volvemos nuestros ojos hacia el
Creador; claro que no deberíamos esperar recién sufrir, para ir a El, pero Dios
aprovecha esos momentos para decirnos “Venid a mi los que están trabajados
y cargados y yo os haré descansar” Mateo 11:28.
2.
El sufrimiento nos asegura que Dios nos
ama. ¿Cómo? Si, leamos Hebreos
12:6-7: “Porque el Señor al que ama, disciplina y azota a todo el que recibe
como a hijo. Si soportáis la disciplina. Dios os trata como a hijos; porque
¿qué hijo es a quien el padre no disciplina?”
3.
Mediante el sufrimiento Dios vence nuestro
orgullo. El trata de
moldear en nosotros una carácter a la imagen del Señor Jesucristo y el sufrimiento
es a veces la única opción que le dejamos a Dios para vencerlo.
4. Dios
utiliza nuestro sufrimiento para purificar nuestra Fe. Así como el fuego ayuda a probar y
purificar a los metales preciosos, el
sufrimiento que nos aqueja lo hace con la Fe. Leamos 1 Pedro “En lo cual
vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba
vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba
con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo”
5. El
sufrimiento nos capacita para consolar a otros. Quienes han sobrellevado una fuerte crisis, están
mejor capacitados para entender a quienes les toca pasar por una situación semejante.
Leamos 2 Corintios 1:3-5 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en
todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los
que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que
nosotros somos consolados por Dios.”
Tal vez este sea
uno de esos días críticos, terribles en tu vida y tu corazón no puede más, por
tanto crees que tu dolor y la crisis que padeces es porque Dios te abandonó o
porque El te los mandó, entonces quieres renegar de la fe que tienes, del amor
que a El le tienes, de su iglesia. No lo hagas, piensa, reflexiona y medita en
las intenciones que Dios tiene para ti, en Jeremías 29:11
“Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice jehová,
pensamientos de paz, y no de mal”.
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